Llevando una POCIÓN DEL AMOR CON LA TÍA PAMELA RÍOS. Para ver si caí en las redes, de la rica fragancia que tenia. Además de eso una valiosa y poderosísima. POCIÓN DEL AMOR CON LA TÍA que contenía muchas feromonas, que activaban el olfato de mi TIA. Sabia que algo podía suceder si le daba a oler de esta gran fragancia. Seria una gran ventaja si ella me hiciera totalmente caso, a todo lo que le dijera si me ayuda. Realmente la POCIÓN DEL AMOR CON LA TÍA que había preparado.

Especialmente para ella para que cayera en mis manos, estaba cansado de darme pajas. A escondidas en el baño de su casa, cada vez que la visitaba, no podía contener la mirada. De ver sus grandes tetas blancas, con sus escote que era transparente. Y me dejaban ver muy curiosamente y morbosamente. Sus pezones rosaditos, que eran enormes al igual que sus chichis. Era impresionante las ganas que ya la tenia, se iban a acumulando cada vez que la visitaba a su casa. Ya que era mi TIA tenia que verla todos los días.

Mi madre me decía que la ayudara.
En su casa ya que era una MILF muy solitaria, sin marido ni hijos. Le gustaba salir y perderse en drogas y alcohol e sexo. Eso era lo que me agradaba de ella, que conocía la vida nocturna y se veía. Por todos su accesorios que llevaba en el cuerpo colocado. Que era una tremenda perra en la cama, y le gustaban los chavos como yo. Porque sus pircing eran en zonas intimas, y una vez me platico sobre ellos. Pero nunca me dijo para que servían o para que los utilizaba ella.

PAMELA le encantaba recibirme en el sofá de su casa, allí era cuando aprovechaba. Que su escote dejaba un espacio en el medio de sus tetas. Para averiguar muy bien, que tal estaban esos melones. Que guardaba mi tia todo el tiempo, en esos escotes abierto o pronunciados. Mis ojos se salían cada vez, que la veía con lencería sexy. Que usualmente solía usar, cuando iba a dormir o despertaba de la cama. Allí era los horarios perfectos y momento adecuados, para espiarla y chequear.

Todo su cuerpo de diosa y puta que no podía evitar de ver.
Entre mas miraba sus chichis. Mas ganas me entraban a irme al baño de su casa, y aventarme una buena masturbación. Con mi vergota y dejarle la leche, bien empotrada y regada. Por su inodoro y ducha, y luego irme y desaparecer. Como dejando una huella y una evidencia, para que ella viera. Lo que hacia cuando me dejaba a solas, con las ganas prohibidas. Que aguantaba todo por las tetas y el culote enorme que tiene mi tia. Ese día fui astuto y conseguí mi POCIÓN DEL AMOR CON LA TÍA.

Para utilizarla con ella, ya me había funcionado varias veces. Con diferentes chicas jóvenes, de mi edad para chingarla. Y esta vez creo que también servir ira, pero esos trucos capaz lo conocía mi TIA. Y me atraparía en el acto, tenia que averiguarlo y hacerlo para saber. Así que prepare mi POCIÓN DEL AMOR CON LA TÍA. Con doble fragancia para no perder la oportunidad. Y que el plan saliera como lo tenia pensando, si todo salía bien. Yo iba a tener una rica tarde con mi tia, y sus dos ricos melones.

Que seria de inmediato que la haría saltar para verlos como rebotan.
Para quedar hipnotizado con esas grandes y ricas tetas, que no pararía de chupar. Cuando los estuviera en frente y fueran mías. Esta vez la POCIÓN DEL AMOR CON LA TÍA estaba funcionando. Mi tia PAMELA se empezó a cambiar su actitud, de un momento a otro. Cuando olio mi POCIÓN DEL AMOR CON LA TÍA, realizo unos gestos de confundidas. Pero luego puso una cara de amor y compresión, como loca estaba por mi. Me tocaba cariñosamente me hablaba, como si fuera su novio. Me pedía y decía que quería realmente de ella.

Como la POCIÓN DEL AMOR CON LA TÍA PAMELA RÍOS. Si que funciono, ahora la tenía bajo mi poder y control. Podía hacer lo que quisiera con ella, como si fuera una muñeca inflable. La puta de mi TIA PAMELA, me tenia que enseñar muchas cosas en la cama. Muchas mamadas de verga y chupadas de pezones, que tenía que recibir. Por todo el tiempo que no pude cogerme a esa viejota, que cada día la veía mas rica y provocativa para mi. Era el momento y oportunidad clara por la POCIÓN DEL AMOR CON LA TÍA PAMELA RÍOS.

Ahora si me la podía chingar a esa vieja
con todas las ganas machines. Me la imaginaba encima de mi, moviendo su culo y cadera. Que nunca lo haría otra mujer, que mi TIA PAMELA. Me senté a su lado, y me quede impactado de sus tetas. Le pedí que se bajara su camiseta, que estaba suelta y me obedeció. Estaba muy sumisa y perdida, lo podía ver en su mirada. De deseo y de ganas de sexo, ahora si estábamos al mismo nivel de pensamiento sexual. Las ganas se habían duplicados e intercambiados entre ella y yo. Le pedía que fuera la cocina por agua, y me obedeció muy bien.

La perra ya estaba cayendo cada vez mas en mi trampa, era el momento ideal, para sacar mi POCIÓN DEL AMOR CON LA TÍA. Colocármelo mientras ella cumplía la orden que le di. Pude notar que mi TIA PAMELA estaba sin sujetador, totalmente desnuda. Porque le gustaba estar sin calzón y brasier. Para desnudarse cuando estaba sola en su casa, así que esta vez lo haría. Pero estando conmigo ahora si me daría todo su delicioso cuerpo.

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