LA ESPOSA DEL BARBERO me estaba dando una felación, cuando la barbería estaba cerrada. Y su esposo el barbero estaba fuera de la barbería. Aprovechándome de la situación del carnal, la puse en cuatro desnuda. Con sus enormes tetas cerca de mis bolas, chupándome la verga con todo y lamiendo mis testículos. Así gozaba de la rica LA ESPOSA DEL BARBERO que era bien puta y cachonda conmigo. Cada vez que iba a cortarme el pelo, me echaba ojitos.

Me miraba con deseo y siempre quería hablarme, pero la esposa le daba pena, que lo supiera el barbero. Así que me atreví a hablarle y tener mas comunicación con la tetona esposa de mi amigo el barbero. Así sucedió cuando un día, fui a hacerme un degradado en mi cabello largo, y no estaba el esposo de la tetona. Y me toco cortarme el pelo con la esposa de mi carnal el barbero. Y sin medir muchas palabras, se me ofreció y se me sentó en las piernas acariciándome la verga. Cuando me cortaba el pelo LA ESPOSA DEL BARBERO.

No sabia que llegaríamos a tan lejos y que por cortarme el cabello con la perra de mi carnal el barbero
Llegaría tan lejos con su patrona a acariciarnos, mirándola al espejo se me insinuaba, me hacia gesto de que estábamos solos. Y que iba hacer si me sostenía la verga con su mano, realizando un movimiento de cejas seductor y atrevido, me invitaba a que me sacara la verga LA ESPOSA DEL BARBERO. Ya me estaba volviendo cada vez mas caliente, y atrevido por ella. No podía parar de mirar su escote, a través del espejo de la silla de barbero. Que estaba sentado, y ver como se inclinaba mas hacia mi, dejando sus chichis colgando. Y viendo se un poco su pezón.

No podía creer que era tan puta la esposa del carnal. Solo faltaba para que todo terminara, y se le bajara la calentura a ambos, que llegara el barbero. Eva tendría que comportarse como una mujer fiel, y no volver a hacerlo. Pero sabia muy bien que el barbero de su esposo, se había ido y iba a tardar demasiado. Mucho tiempo tendríamos yo y la esposa del carnal, para hacer el amor ricamente. Hasta desnudarnos completamente, lo tenia bien maquinado y planteado, para hacerlo. Solo estaba esperando que llegara justo.

Caía en el momento exacto del plan de la puta rubia coge clientes
No me arrepentí de engañar a mi amigo el barbero con su esposa. Porque la carne es débil, y sus tetas me tenían enamorado y loco, por verlas. Eva lo sabia muy bien, desde el primer día que la vi. Supe que tendría que cogerla o ver sus chichis, y darme una buena paja a su nombre. A pesar de ser amigo del barbero de su esposo. Eva era una calienta huevos, que le encantaba jugar con todos los clientes a solas. Pero conmigo le fue diferente, yo si avance y la desnude, adentro del Barber shop a LA ESPOSA DEL BARBERO.

La tenia como nunca la había puesto, su esposo como ella me lo decía. Al oído desnuda y con ganas de coger, en su puesto de trabajo de barbero. Me sedujo y la verga me paro, con todo machín no dude en cogerla. Giro la silla de barbero espere que me sacara la verga del pantalón, bajara mi ropa interior. Como toda puta quería ver le tamaño, y luego comérsela. Se sorprendió y saboreo, al verla lo parada y rica e grande que estaba mi verga, y decidió metersela en la boca. En cuclillas la tenia a LA ESPOSA DEL BARBERO

Dándome sexo oral a escondidas los dos
Agarrando mi verga con una sola, mano se la metía en su boca sabrosamente. Calentándomela aun mas, y poniéndomela mas dura. La putita si que sabia hacerme la mamada ricamente, lo podía notar en su mirada. Que espero por mucho tiempo, mas que yo que la cogiera y la tuviera así agachada a LA ESPOSA DEL BARBERO. De verdad que era real, que una aventura era mas divertida si huele a peligro.

Y con LA ESPOSA DEL BARBERO lo comprobé, que era lo mas excitante que había probado en mi vida, entre sus chichis y el culo que se traía. La rubia me tenían loco, por ponerla en cuatro en la silla del barbero del Barber shop de LA ESPOSA DEL BARBERO. Entre mas la veía mas me gustaba, como me la chupaba y acariciaba mis bolas la perra de LA ESPOSA DEL BARBERO.

Grandiosa mamada la tetona rubia con sus tetas me tenia hipnotizado mirando a la esposa de mi carnal el barbero
No podía dejarla así, ni decirle que se detuviera o que pensara. Lo que estábamos haciendo, porque sus carnosos labios. Los quería ver bajando y subir sobre mi verga, la tenia muy dura como nunca. Mas al verla en esa posición, en la silla donde siempre me cortaba mi cabello, toda la semana. Era un fetiche y sueño húmedo e erótico realizado por ella misma. Le daba el toque de morbo y de excitación aun mas, a la situación. Que la esposa y yo estamos cogiendo a escondidas, era el doble de calentura.

La mamaba lento y luego rápido, pero con pausas. Cuando el tocaba llevar ala cabeza de mi glande, era su parte favorita. Para escupir y seguir chupándola, como una veterana. Su edad no me importaba, solo quería seguir cogiéndome a la esposa del carnal que era barbero. En su propia barbería le pego los cuernos al cabron, conmigo la puta rubia tetona de Eva.

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